Síndrome de Burnout: ¡Te contamos todo lo que debes saber!

El Síndrome del Burnout, es un término que seguramente has escuchado y que se puede desencadenar a partir de diferentes condiciones laborales y características o situaciones particulares que vive una persona. ¡Hoy te contamos todo lo que debes saber!, pero, empezaremos por lo más importante: ¿qué es el Burnout?

El Burnout ha sido definido como:

«Un tipo de estrés laboral o un estado de agotamiento físico, emocional o mental que tiene consecuencias en la autoestima, y que está caracterizado por un proceso paulatino, por el cual las personas pierden interés en sus tareas y el sentido de responsabilidad.»

Es un síndrome, presentado en personas que sienten que no poseen control de las actividades que realizan, que desconocen del todo que se espera de ellas dentro del entorno laboral (o cuáles son sus alcances). Así como también en aquellas que puedan estar vivenciando una dinámica disfuncional que no le permite sentirse del todo cómodo o donde quizás lo que hace no se ajusta a los intereses o a las habilidades que esta posee.

Lo interesante de esto, es que aunque la persona no pueda hacerse consciente de esto, se van generando una serie de síntomas físicos y también emocionales que empiezan a hacerse notar. Entre esas características que se van manifestando, algunos autores coinciden en que se encuentran:

  • Agotamiento físico y mental generalizado: Quienes lo presentan, muestran una fatiga constante, un incremento de peso o pérdida de apetito, dolores musculares, migrañas, problemas gastrointestinales. Pero también pueden llegar a experimenta mucho estrés y ansiedad.
  • Despersonalización y cinismo: La persona que lo padece cambia su conducta, se muestra indiferente y desapegado frente a sus actividades y conexiones interpersonales laborales. Se torna irritable y lo mantiene en la mayoría de sus contactos con clientes y equipo de trabajo.
  • Descenso en la productividad laboral y desmotivación: Presentan una bajada de la productividad laboral y una desmotivación que le genera frustración y evidencia una ausencia de realización personal en el trabajo. A su vez hay falta de atención hacia las tareas, presencia de olvidos frecuentes y dificultad en general para concentrarse.

Como ves, son varias actitudes y emociones que se generan desde distintas instancias y por variadas circunstancias que desde 2019 fue reconocido por la CIE -11 (Clasificación Internacional de Enfermedades) como el Síndrome de Burnout y que por tanto no se puede dejar pasar o creer que va a poderse resolver solo, porque se puede correr el riesgo de desencadenar trastornos más complejos, como la depresión.

En base a esto que comentamos, es importante agregar, que es algo que se produce desde el contexto laboral y que puede generalizarse ante otras situaciones/ circunstancias de la vida que pueda atravesar una persona.

Sin embargo, además de buscar ayudar profesional que pueda guiarte en el proceso, hay algunas cuestiones en las que podemos empezar a trabajar para intervenir frente a ello:

Buscar apoyo social para el manejo del estrés

Hablarle a alguien de tu trabajo (o no) acerca de cómo te sientes, si bien no hará que la persona pueda hacer el cambio por ti, si te ayudará a drenar parte de la carga que puedas tener.

Cuidar tus hábitos, tu actividad física y tu alimentación

Cuidar lo que comemos, evitando aquellos alimentos que puedan generar un efecto adverso en nuestra dinámica diaria. Pues parte de lo que consumimos de manera natural, genera consecuencias. Por ejemplo:

1) Mucho café eleva los niveles de actividad

2) El azúcar en exceso suele producir agotamiento

3) La nicotina suele mantenernos en un estado estimulante que puede desencadenar ansiedad.

Dormir lo suficiente

Se ha establecido que aquellas personas que no descansan lo que deberían, tienen una mayor posibilidad de sufrir burnout. El no dormir, hace que no se cuenten con períodos de desconexión, descanso y recuperación del estado de ánimo que se requieren y que en general hace que podamos afrontar con más calma situaciones difíciles del entorno.

Ubicar técnicas o actividades de relajación

Se puede evaluar la posibilidad de asistir a yoga o hacer mindfulness, la idea es que se puedan tener actividades que permitan desconectarte de los estresores o situaciones de ansiedad que puedan estar existiendo en el entorno laboral (e incluso personal).

Evaluar la manera de trabajar y de relacionamiento en el trabajo

Es importante reconocer lo que se hace bien y centrar la energía en ello. Asimismo es necesario pedir ayuda en aquello en lo que te sientas con menor dominio o destreza y no dejar de lado la definición de tiempos para descanso, bien sea días libres o vacaciones. La idea es que puedas tener un descanso y lo uses como una fuente de recarga de baterías.

 

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